En Madrid, las personas sin hogar y sin espacios seguros, que son acogidos en albergues pasó de 2.059 a 2.772 en solo dos años. Esta información fue recopilada por el Samur Social y organizada por el Ayuntamiento con la ayuda de varias ONG.

La cifra representa un aumento del 24% en solo dos años. El aumento de personas en la calle es alarmante. Asimismo,  hay que añadir que el número de personas atendidas en programas de realojamiento ha aumentado un 41,17% en este mismo periodo.

La cifra total incluye por lo  menos 650 personas que duermen en la calle y otras que lo hacen en albergues. De ellas 1250 (41%) se encuentran alojadas en centros y otras 683 en viviendas (23%). También hay un 8% (234 personas) en centros de acogida temporal, (asilo – refugio).

Según información suministrada por el Ayuntamiento, el aumento tiene que ver fundamentalmente con un cambio en el perfil de las personas que habitan en la calle. Un elevado número ellas esperan asilo.

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En relación al sexo y la edad de las personas censadas, de las 2.772 personas sin hogar, el 73 %  son hombres con una edad promedio de 47,1 años. Casi la mitad de ellas son solteros (47,3%) y el 58,9 % no tiene estudios más allá de la educación primaria. Y más de la mitad (el 55,1 %) afirman haber sido víctima de algún delito.

Por su parte, el ayuntamiento ofrece albergue a estas personas, pero no siempre es aceptado. Manuela Carmena, alcalde de Madrid,  asegura que la capital tiene plazas de acogida “para prácticamente todas las personas sin hogar que las necesiten”. Pero “no siempre se utilizan”. «Hay personas que no aceptan los albergues o soluciones ofrecidos por el Ayuntamiento» comentó.

Algunos de las personas censadas fueron entrevistados y se quejaban de que en los albergues se producen peleas y la comida es muy mala.

Distritos con mayor número de personas en la calle

Los distritos Centro, Salamanca y Arganzuela son los que tienen mayor número de personas durmiendo en las calles. Uno de ellos electricista y ferretero de 47 años explicó, “Hace cinco años que vivo en la calle. Al quedarme sin trabajo, no pude pagar el préstamo y me echaron”. Tenía un cartel que lo identificaba y anunciaba “Información turística”.

El 61,1% de las personas que duermen en las calles son migrantes, vienen en su mayoría de Rumanía, Bulgaria y Perú. La cifra de migrantes sin techo ha descendido pues en 2016 representaban el 63,2% del total. Es lamentable destacar, pero «un número importante de personas que esperan asilo, son fundamentalmente procedentes de Venezuela».

Maestre lamenta que las demoras del Ministerio de Interior para conceder asilo «dejan en la calle durante varios meses» a muchas personas sobre las cuales el Ayuntamiento no tiene «competencia alguna». Solo puede «buscarles alguna alternativa habitacional de emergencia».

El Ayuntamiento no cuenta con el apoyo de otras administraciones

El Ayuntamiento trabaja solo en esta causa. Se queja de no recibir  apoyo de otras administraciones para ofrecer más recursos a las personas que viven en las calles. A pesar de que más de la mitad de las personas sin hogar (51,3%) están empadronadas en Madrid.

El 23,7 % afirman que tienen trabajo, pero el  92 % lo hace sin tener un contrato. Principalmente se dedican a recoger chatarra y latas en la calle.

El 43,5 % que no tiene trabajo pide dinero en la calle. Rita Maestre, la portavoz municipal dijo, “Hemos aumentado en varios cientos las plazas. Tanto estables como de emergencia. Sin embargo, somos conscientes de que no es suficiente”.

El Ayuntamiento de Madrid  junto con Samur Social y las ONG comenzó en 2006 a contabilizar a las personas sin hogar. En el último censo participaron 763 voluntarios.

Hombres y mujeres de las organizaciones, Solidarios, Cruz Roja, Rais, Cáritas, Realidade, y Acción en Red. También estuvieron presentes voluntarios de Desarrollo, Asistencia, Bokatas, FACIAM y Voluntarios por Madrid.

Rita Maestre denunció que la falta de colaboración del Gobierno estatal y la Comunidad de Madrid dejó al Consistorio madrileño «solo» ante este problema. Ha tenido que duplicar su presupuesto dedicado al acogimiento para «combatir las necesidades de las personas que se encuentran en la calle».

Son personas sin hogar, trabajo, ni seguridad social y mucho menos seguridad de una vivienda, o seguro de hogar. Son prácticamente “invisibles”. Es un grave problema presente en las calles de una hermosa ciudad.